PATOLOGÍA RESPIRATORIA
Rinitis: es la inflamación superficial de la mucosa que produce una secreción mucopurulenta (con moco y pus) causada por agentes infecciosos o alergénicos. Cursa con malestar, cefalea, estornudos, material de apariencia mucosa que sale de la nariz (rinorrea) y obstrucción nasal.
Sinusitis: es la inflamación de la mucosa de los senos paranasales (espacios llenos de aire situados alrededor de la frente, las mejillas y los ojos y que están recubiertos de membrana mucosa) produciendo supuración de las cavidades con aparición de cefalea intensa.
Laringitis: es la inflamación de la mucosa laríngea. Se caracteriza por la aparición de afonía, ronquera, picor o dolor de garganta, pudiendo producir, en casos graves, episodios de espasmo de glotis y asfixia. Normalmente se trata de un cuadro catarral que cursa con “tos perruna” o tos laríngea.
Bronquitis: es la inflamación de la mucosa bronquial, normalmente precedida de cuadros inflamatorios de vías respiratorias altas (rinitis, faringitis y laringitis). Sus causas desencadenantes más frecuentes son los agentes infecciosos, fumar, el clima y la exposición al polvo. Su sintomatología es tos productiva (con secreciones), dificultad y ruidos respiratorios.
Asma bronquial: es una obstrucción generalizada intermitente que afecta a las vías respiratorias bajas estrechándolas, lo que provoca dificultad respiratoria o disnea y ruidos respiratorios. Generalmente se produce por alergias o infecciones.
Insuficiencia respiratoria aguda: es la incapacidad aguda de los pulmones para conservar una oxigenación adecuada de la sangre. Los síntomas son confusión, somnolencia y mareos (por acumulación de CO2) además de taquipnea (frecuencia respiratoria mayor de 24 respiraciones por minuto) y disnea (dificultad respiratoria, por falta de oxígeno y sensación de asfixia del paciente).
Edema pulmonar: es una alteración aguda o crónica por aumento del líquido seroso en los alveolos pulmonares o tejido intersticial, que es aquel existente entre los elementos celulares de un órgano pulmonar. Cursa con sudoración, disnea intensa, ruidos respiratorios y variaciones en el pulso y la tensión arterial.
Neumonía: es una inflamación aguda o crónica de los pulmones. Se desencadena por la acción de gérmenes como el neumococo, el estafilococo o el estreptococo. Cursa con fiebre, tos productiva (con secreciones) y expectoración, disnea, taquipnea y dolor torácico.
Tuberculosis: es la infección producida por el bacilo de Koch (micobacteria responsable de la tuberculosis) que generalmente afecta a los pulmones, los bronquios y la pleura. A veces sus síntomas pasan desapercibidos, otras sin embargo, cursa con fiebre, insuficiencia respiratoria, disnea, dolor torácico y astenia (falta de energía y cansancio patológico).
Carcinoma de pulmón: Su principal causa es el tabaco y no suelen aparecer síntomas hasta estadios muy avanzados, en los que el proceso resulta casi irreversible.
FUENTE: http://www.formacionyempleo.ugt-andalucia.com/uploads/M%C3%B3dulo_3.pdf
Rinitis: es la inflamación superficial de la mucosa que produce una secreción mucopurulenta (con moco y pus) causada por agentes infecciosos o alergénicos. Cursa con malestar, cefalea, estornudos, material de apariencia mucosa que sale de la nariz (rinorrea) y obstrucción nasal.
Sinusitis: es la inflamación de la mucosa de los senos paranasales (espacios llenos de aire situados alrededor de la frente, las mejillas y los ojos y que están recubiertos de membrana mucosa) produciendo supuración de las cavidades con aparición de cefalea intensa.
Laringitis: es la inflamación de la mucosa laríngea. Se caracteriza por la aparición de afonía, ronquera, picor o dolor de garganta, pudiendo producir, en casos graves, episodios de espasmo de glotis y asfixia. Normalmente se trata de un cuadro catarral que cursa con “tos perruna” o tos laríngea.
Bronquitis: es la inflamación de la mucosa bronquial, normalmente precedida de cuadros inflamatorios de vías respiratorias altas (rinitis, faringitis y laringitis). Sus causas desencadenantes más frecuentes son los agentes infecciosos, fumar, el clima y la exposición al polvo. Su sintomatología es tos productiva (con secreciones), dificultad y ruidos respiratorios.
Asma bronquial: es una obstrucción generalizada intermitente que afecta a las vías respiratorias bajas estrechándolas, lo que provoca dificultad respiratoria o disnea y ruidos respiratorios. Generalmente se produce por alergias o infecciones.
Insuficiencia respiratoria aguda: es la incapacidad aguda de los pulmones para conservar una oxigenación adecuada de la sangre. Los síntomas son confusión, somnolencia y mareos (por acumulación de CO2) además de taquipnea (frecuencia respiratoria mayor de 24 respiraciones por minuto) y disnea (dificultad respiratoria, por falta de oxígeno y sensación de asfixia del paciente).
Edema pulmonar: es una alteración aguda o crónica por aumento del líquido seroso en los alveolos pulmonares o tejido intersticial, que es aquel existente entre los elementos celulares de un órgano pulmonar. Cursa con sudoración, disnea intensa, ruidos respiratorios y variaciones en el pulso y la tensión arterial.
Neumonía: es una inflamación aguda o crónica de los pulmones. Se desencadena por la acción de gérmenes como el neumococo, el estafilococo o el estreptococo. Cursa con fiebre, tos productiva (con secreciones) y expectoración, disnea, taquipnea y dolor torácico.
Tuberculosis: es la infección producida por el bacilo de Koch (micobacteria responsable de la tuberculosis) que generalmente afecta a los pulmones, los bronquios y la pleura. A veces sus síntomas pasan desapercibidos, otras sin embargo, cursa con fiebre, insuficiencia respiratoria, disnea, dolor torácico y astenia (falta de energía y cansancio patológico).
Carcinoma de pulmón: Su principal causa es el tabaco y no suelen aparecer síntomas hasta estadios muy avanzados, en los que el proceso resulta casi irreversible.
FUENTE: http://www.formacionyempleo.ugt-andalucia.com/uploads/M%C3%B3dulo_3.pdf
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